Cada vuelta al cole tenemos mil cosas en la cabeza que no podemos olvidar: que si los libros del colegio, colores y material nuevo, ropa, mochila… y la mayoría de las veces olvidamos algo que es realmente más importante que toda la preparativa de un nuevo curso, la revisión de la vista. La visión es uno de los factores que más influye en el rendimiento escolar de nuestros hijos. Al comienzo de las clases, muchos profesionales achacan las malas notas a la falta de motivación y atención de los alumnos, cuando en la mayor parte de los casos, si preguntamos a los más pequeños, la respuesta que solemos encontrarnos es eso de “es que no veo bien la pizarra”. Si observamos que el niño tiene ciertos comportamientos o manías cuando tiene que distinguir algo de lejos o de cerca, es posible que presente un problema de agudeza visual. Algunos indicativos de la false de visión son: • Se acerca mucho al leer, ya sea papel, pantalla o la televisión. • Parpadea excesivamente, lagrimea en exceso o se frota frecuentemente los ojos. • Adopta posturas extrañas con la cabeza de forma mantenida. • Pierde el foco de atención fácilmente. Las dificultades visuales pueden hacer que el niño pierda el interés por lo que esta haciendo en ese momento. • Tiene dolores de cabeza frontales o mareos por la tarde o después de realizar una tarea de cerca. • Déficit de atención o concentración. • Adquiere posturas extravagantes al escribir. Estos malos hábitos posturales pueden indicar una falta de agudeza visual y se adoptan de manera habitual e inconsciente para tratar de enfocar y ver mejor.
Estas son solo algunas de las señales de alerta que podemos observar cuando nos encontramos con problemas de visión en los más pequeños de la casa. Así que aprovecha la oportunidad para acudir al oftalmólogo, descartar cualquier problema, o darle el tratamiento necesario. Así le ayudarás a que tenga un mejor año escolar.