El empleo de la alquimia para elaborar tratamientos naturales, siempre basados en plantas medicinales, es una sugerencia a sus clientes por parte de esta conocida cadena especializada en masajes terapéuticos y relajantes y tratamientos estéticos. El motivo es que, además de ser compatibles con la medicina convencional y con cualquier otra terapia alternativa, no tienen efectos secundarios perniciosos, sino más bien todo lo contrario: mejoran determinados padecimientos, tanto psicológicos como físicos.
No conlleva riesgo alguno para la salud, puesto que los nutrientes espagíricos de estos remedios naturales, a base de plantas medicinales, se obtienen mediante procedimientos alquímicos como la fermentación, la destilación o la extracción de componentes minerales de las cenizas de dichas plantas. Por ello, son compatibles con la medicina convencional y con cualquier otra terapia alternativa, y las responsables de los centros de salud y estética Templo del Masaje recomiendan su empleo “para disfrutar de todos los beneficios que pueden aportar a un relajante masaje. Pues al tratarse de una técnica milenaria aplicada a flores, hojas, cortezas, raíces… los remedios que resultan de ella nunca pueden afectar a nuestra salud de manera negativa; todo lo contrario, mejoran algunos padecimientos, tanto emocionales como físicos, que padezcamos”, explica Marina Assir, una de las fundadoras de esta conocida cadena especializada en masajes terapéuticos y relajantes y tratamientos estéticos, para quien “la ‘espagirya’ se compadece con la medicina convencional y con cualquier terapia complementaria. Por ejemplo, se pueden combinar con masajes para conseguir que éstos tengan un efecto mayor en la dolencia que se desea tratar”. La experta de Templo del Masaje señala que existen dos tipos básicos de terapias con nutrientes espagíricos: la que proviene de productos vegetales y la centrada en piedras o minerales. “Sea cual sea la opción que se elija como tratamiento –sus aplicaciones son muy numerosas, desde las cefaleas a los masajes relajantes contra el estrés– es importante recordar que las terapias basadas en remedios de ‘espagirya’ siempre son personalizados, y se establecen teniendo en cuenta posibles tratamientos de medicina convencional que se lleven a cabo de forma paralela. De igual modo, es primordial que los profesionales que practiquen este tipo de tratamientos los conozcan bien y dominen, como sucede en nuestros centros, sus posibles adaptaciones al ámbito de los masajes, pues solo conociendo bien esta técnica se puede usar como complemento para mejorar nuestra salud”. De este modo, concluye explica Marina Assir, “estaremos seguros de que podemos sacar el máximo provecho al tratamiento de masajes al que nos sometemos”. Los centros de bienestar y belleza Templo del Masaje fundamentan su actividad dos áreas concretas: el masaje muscular para conseguir su relajación mediante diversas técnicas, y un amplio abanico de servicios estéticos, los cuales se realizan dentro de la más estricta higiene y usando los productos de máxima calidad. Los masajes lo realizan quiromasajistas con formación y experiencia en diferentes especialidades: relajante, estético, descontracturante, ‘shiatsu’, reflexología podal, ayurveda… En cuanto a la parte de estética, ofrecen depilaciones tradicionales con resina de pino 100% natural que no tiene ni conservantes, ni colorantes, por lo que disminuye al mínimo el riesgo de provocar alergia o irritación de la piel, manicura y pedicura, fangoterapia y tanto tratamiento corporales como faciales. Templo del Masaje es un concepto de negocio novedoso en nuestro país que aúna dos actividades: los masajes terapéuticos y relajantes y los tratamientos estéticos más habituales. Este negocio nace de la mano de tres mujeres emprendedoras, las hermanas Marina y Maribel Corpa, y Marina Assir. Para aquellos emprendedores interesados en unirse a Templo del Masaje, la inversión inicial ronda los 20.070 euros (sin incluir la obra civil que precise el local), con un canon de entrada de 6.000 y un ‘royalty’ mensual de 500 euros. El contrato se establece por un periodo inicial de 10 años. En cuanto al establecimiento necesario, ha de hallarse a pie de calle y contar con un mínimo 50 m2, preferible en zonas de más de 100.000 habitantes con una renta per capita media, en barrios consolidados comercialmente y, a ser posible, en zonas comerciales y/o empresariales, con tránsito peatonal y facilidad de aparcamiento.