La 8ª edición de MEDITOUR, el Foro Mediterráneo de Turismo, ha estado centrada en los retos a los que se enfrenta el sector: digitalización, sostenibilidad, formación de los jóvenes, incorporación de la mujer y oportunidades de financiación.
El turismo contribuye enormemente al desarrollo de la economía: 11,3% del PIB regional, el 11,5% del empleo, el 11,5% de las exportaciones o el 6,4% de las inversiones de capital.
Está previsto que el Mediterráneo atraiga a más de 420 millones de turistas para 2020.
Es necesario reinventar el turismo mediterráneo para extraer el máximo partido del sector para crear puestos de trabajo, reducir la pobreza y contribuir a la paz, especialmente en la orilla sur del Mediterráneo.
La Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME), la Cámara de Alejandría, CEEBA y sus partners regionales del proyecto europeo EBSOMED, se han reunido los días 13 y 14 de julio en Alejandría (Egipto) para celebrar el 8º Foro Mediterráneo de Turismo (MEDITOUR). Más de 750 participantes de 20 países se han dado cita en una cumbre clave para debatir sobre los nuevos retos de un sector estratégico para la economía mediterránea: el turismo.
Representantes gubernamentales, organizaciones internacionales, agencias, tour operadores, expertos, entidades públicas y privadas del sector turístico, cadenas hoteleras, empresas de turismo sostenible y proveedores de soluciones digitales de ambas orillas del Mediterráneo, han viajado a Alejandría (Egipto) para asistir a la 8ª edición de MEDITOUR, el Foro Mediterráneo de Turismo. Una cumbre que este año ha estado centrada en los retos a los que se enfrenta el sector turístico mediterráneo y que ha puesto el foco en la digitalización, la progresiva incorporación de la mujer mediterránea al tejido empresarial, la empleabilidad y formación de los jóvenes, las oportunidades de financiación y el turismo sostenible.
El evento ha congregado a más de 750 participantes de 20 países en las sesiones celebradas durante dos días. Un éxito de participación que mantiene la tendencia de las anteriores 7 ediciones (Tánger, Antalya, Hammamet, Málaga, Marsella, Beirut y Mersin) de una cumbre que se ha establecido como referencia de un sector que contribuye al desarrollo de la economía mediterránea con cifras tales como el 11,3% del PIB regional, el 11,5% del empleo, el 11,5% de las exportaciones o el 6,4% de las inversiones de capital.
El Presidente de ASCAME, Ahmed M. El Wakil, ha sido el encargado de dar la bienvenida oficial a MEDITOUR. “Es muy importante apostar por el comercio interior mediante el turismo, también fuera de la época de turismo de playa”, ha afirmado El Wakil. “Esta es la idea que hemos desarrollado junto con la Unión Europea en iniciativas de cooperación: hemos diseñado programas regionales innovadores en turismo islámico, turismo gastronómico o turismo agrario, entre otros”, ha añadido. Además, el Presidente de ASCAME ha querido poner en valor al Mediterráneo como primer destino turístico mundial, pues “está previsto que atraiga a más de 420 millones de turistas para 2020”, resaltando también la necesidad de promover el dialogo y la cooperación entre el sector público y privado con dos objetivos: promocionar el Mediterráneo como uno de los principales destinos turísticos e incentivar la inversión y colaboración tecnológica, siempre cumpliendo con estándares sostenibles.
El Ministro egipcio de Suministros y Comercio Interior, Ali Meselhi, ha dado unas líneas generales sobre cómo ampliar el gran potencial que con el que ya cuenta el sector turístico mediterráneo mediante las ventajas que ofrecen el marketing digital y el turismo sostenible. A lo que el Embajador Ivan Surkoš, Jefe de la Delegación Europea en Egipto, ha añadido: “La inversión en turismo debería integrar conceptos sostenibles que permitan obtener ingresos sostenibles para el país”.
El sector turístico en el Mediterráneo se enfrenta hoy en día a nuevos desafíos para adaptarse a la digitalización; afrontar el impacto negativo del alto número de turistas sobre el medio ambiente y la sostenibilidad social, y para garantizar su propia viabilidad económica. Eventos como MEDITOUR permiten a los principales agentes del sector compartir experiencias; crear joint-ventures y oportunidades de negocio; promocionar el país anfitrión; explorar las nuevas herramientas disponibles en la era digital, y avanzar de forma colaborativa para que el turismo siga siendo la locomotora de desarrollo socio-económico y de creación de empleo de la región.
Una reinvención del turismo mediterráneo deviene indispensable: hay que reformular los modelos y encontrar nuevas formas de comercialización. Es preciso extraer el máximo partido del sector para crear puestos de trabajo; reducir la pobreza y, contribuir a la paz, especialmente en la orilla sur. Pero debe hacerse desde una nueva visión sostenible y coordinada que trabaje con los territorios; revise el turismo social; cuide el patrimonio, y aborde el desafío que plantea el cambio climático, algo fundamental para la perdurabilidad a largo plazo.
Se requiere además la creación de una agencia de turismo mediterránea por parte tanto de actores públicos como privados. Un organismo de este tipo facilitaría la creación de una marca común para una promoción conjunta del Mediterráneo en el mundo, pero para ello es preciso primero aunar esfuerzos y ofrecer paquetes de destinos integrados para competir con otras regiones en el futuro.
El sur necesita el turismo, pero éste será inviable sin paz, estabilidad y cooperación entre ambas orillas. El Mediterráneo no debería ser una brecha entre dos mundos, sino una zona común para todos sus habitantes y visitantes.