El Grupo Osborne acaba de celebrar su Junta General de Accionistas en la que se han aprobado las cuentas de 2011. La compañía ha cerrado este ejercicio con unas ventas netas de 207 millones de euros y un EBITDA de 33 millones de euros. La cifra de EBITDA de 2011 está en línea con la de 2010, a pesar de que este año ha sido el primero tras la desinversión de la marca Solán de Cabras.
Si se descuenta el efecto del negocio de Solán de Cabras sobre las cuentas de 2010, con el fin de realizar una comparación entre 2010 y 2011 –la marca se vendió al inicio del presente ejercicio fiscal-, las ventas de Osborne han crecido un 6% y el EBITDA se ha incrementado en un 11%.
Por unidades de negocio, Bebidas y Vinos representa el 71% de la contribución del grupo y la unidad de Ibéricos -donde se incluye el negocio de Restaurantes- aporta el 29% restante. Geográficamente, el negocio internacional representa ya el 19% de la contribución, correspondiendo el 81% restante al mercado doméstico.
Durante el ejercicio 2011, los principales hitos de la compañía fueron los siguientes: la familia Osborne adquirió el 15% de las acciones que no estaban en su poder; se redujo la deuda en casi un 50%; se impulsó la internacionalización de sus productos -en especial, 5J- incrementando en un 50% el resultado en el extranjero; Osborne aumentó las ventas del negocio de bebidas espirituosas en España en un 12%; se lanzó su nueva línea de negocio de franquicias de Toro con la apertura de dos tiendas en Madrid y Salamanca, y se abrieron cuatro nuevos restaurantes 5J situados en Madrid, Barcelona y Lisboa.
Tras la Junta General de Accionistas, Tomás Osborne, presidente del Grupo Osborne, manifestó: “Estamos muy contentos con la evolución de nuestro negocio. A pesar del recrudecimiento de la crisis, hemos conseguido unos resultados alineados con los de años anteriores -incluso con los de ejercicios previos al estallido de la crisis-, todo ello con un negocio menos tras la venta de Solán de Cabras. En 2011 nos hemos enfocado en nuestro negocio tradicional y hemos realizado importantes esfuerzos de innovación y de desarrollo comercial, tanto nacional como internacional. Además, hemos continuado con una política de austeridad y contención de costes. Y, por último, nuestra deuda bancaria es hoy la mitad que la de hace un año. Por todo lo anterior, estamos en una situación óptima para invertir en nuestros negocios y crecer en torno a ellos”.
Perspectivas y objetivos para el 2012
Las perspectivas de la compañía para el ejercicio en curso son razonablemente optimistas, dentro de un contexto de crisis económica y de descenso generalizado del consumo.
En 2012, y en línea con su Plan Estratégico, Osborne mantendrá los esfuerzos de fortalecimiento de sus principales marcas consolidando su posicionamiento premium, impulsando su crecimiento internacional y manteniendo la apuesta irrenunciable por la calidad de sus productos. En paralelo, la compañía confirma su vocación decidida de refuerzo de los actuales negocios mediante operaciones de crecimiento inorgánico –adquisiciones, alianzas…- que generen valor al accionista.