“Coger fuerza para mirar hacia adelante”. Eso es lo que ha hecho la franquicia Opencel, que finaliza el proceso de reducción de centros que iniciara en 2015 habiendo llegado a acuerdos con más de 100 franquiciados. Tras este proceso, la red queda con un total de 319 centros (entre centros abiertos y franquicias ya contratadas).
Uno de los objetivos de esta maniobra es la futura incorporación de nuevos tratamientos que permitan a los franquiciados captar a clientes que actualmente están acudiendo a otro tipo de centros.
“Para una franquicia como la nuestra, sin obligación de permanencia, es imprescindible adaptarse a los nuevas necesidades de los franquiciados.”, comenta Alejandro Ruiz Barea, director general de la marca, que añade: “Mientras la economía no se recupere seguiremos ofreciendo nuestro modelo sin inversión, nuestros resultados demuestran que estamos en el camino correcto”.
La insignia planea ahora una fuerte campaña de expansión para cubrir las zonas disponibles y seguir creciendo en España y Portugal.