Un concepto revolucionario dentro del sector deportivo
La empresa comienza su expansión con el objetivo de finalizar el año con una red de diez unidades operativas
Sportmadness, la empresa de gestión servicios en el mundo deportivo, ha iniciado su crecimiento empresarial utilizando para ello el modelo de expansión de la franquicia con el que prevé consolidar en el próximo año una red de diez unidades operativas.
La empresa nacida hace cinco años ha implantado las bases de un revolucionario modelo de negocio para buscar la expansión nacional e internacional a través de socios locales principalmente en España y Portugal. Se trata de la primera franquicia en su sector y que cuenta con un perfil muy amplio de franquiciados; emprendedores de todas las edades con posibilidad de desarrollar una carrera profesional en el ámbito deportivo y con grandes facilidades en la gestión del día a día.
Sportmadness es un concepto revolucionario cuya labor se centra en la gestión de deportes en el ámbito amateur y escolar. Los servicios ofertados van desde la realización de proyectos deportivos integrales para colegios, Ayuntamientos o empresas de cara a la realización de actividades deportivas, campamentos, viajes, torneos, creación de clubes o celebración de eventos entre otros.
La metodología técnica utilizada para el desarrollo de la actividad está avalada científicamente, siendo en este sentido la única empresa cuyos procesos de trabajo poseen una certificación ISO. De esta manera el Sportmadness ofrece servicios con valor añadido alrededor del deporte que garantiza a una experiencia distinguida a los clientes.
En palabras de Alejandro García, fundador de Sportmadness, “Hemos creado un modelo pionero a través del que cualquier apasionado del deporte podrá gestionar, de manera de sencilla, un modelo de negocio de éxito y totalmente diferencial"
Actualmente Sportmadness cuenta con un centro operativo en Madrid. Las condiciones para acceder a la franquicia se sitúan en una inversión total de solo 1.000 euros al que hay que sumarle un canon de inversión inicial, sin necesidad de local y ni personal, únicamente la figura del emprendedor.