Cada vez son más los modelos de negocio destinados al autoempleo.
Con el paso de los años los negocios se han ido adaptando a las nuevas necesidades que demanda un mercado en continuo cambio, e incorporando modelos de autoempleo donde la inversión no supera los 90.000 euros.
En este sentido, emprender en franquicia, lejos de lo que se pueda pensar inicialmente, no siempre supone tener que realizar una gran inversión, pues los modelos de negocio disponibles se adaptan a todos los perfiles y a todos los bolsillos. De tal forma que cualquier persona que desee iniciar una aventura empresarial bajo el amparo de una marca, podrá hacerlo con independencia de los recursos disponibles.
En una franquicia de autoempleo, la inversión depende de muchos factores, como el concepto de negocio, el sector de actividad, el franquiciador… Pero por norma general se puede situar la inversión media entre los 45.000 y los 90.000 euros. “El 34% de las franquicias se encuentran por debajo del rango del autoempleo, y solicitan inversiones por debajo de los 90.000 euros. Por ello, es importante que cada emprendedor tenga muy presente la actividad que le gusta y la marca en la que se sienta cómodo trabajando, puesto que le ocupará la mayor parte del tiempo”, comenta Miguel Ángel Oroquieta, Socio Fundador de T4 Franquicias.
Hay franquicias que requieren de una baja inversión en todos los sectores y variedades, muchos de ellos son nuevos conceptos que pisan con fuerza en el mercado, evolucionando y adaptándose a las nuevas necesidades de los usuarios. Negocios en franquicia como el vending, que hasta hace relativamente poco no existía un sector como tal, franquicias online que no requieren de oficina, servicios de marketing o nuevos conceptos de restauración, entre otros.
Y es que, emprender en franquicia ofrece una mayor seguridad que iniciar un negocio desde cero. De hecho, mientras que en el comercio tradicional encontramos una tasa de mortandad elevada (muchos negocios no permanecen abiertos más de dos años), las ratios que arrojan las franquicias son mucho más favorables (únicamente un 5%-7% de las franquicias fracasan).
“Con estos números es más que lógico que en países como EEUU el porcentaje de comercio que se mueve a través de la franquicia sea superior al 50%, mientras que en entornos como el nuestro ronde el 10%, aunque con una marcada y constante línea ascendente”, expone José Aragonés, Socio Fundador de T4 Franquicias, quien añade que “de hecho, hay sectores en los que el autoempleo en franquicia empieza a tener un predominio abrumador y una presencia cada vez más fuerte”.
Estos hechos no son fruto de la casualidad y sí de un trabajo bien hecho durante años, de una investigación constante y dirigida a ser más competitivos en un entorno que lo exige y, sobre todo, de la inversión constante en crear unas marcas fuertes, reconocidas y demandadas por el público. Esto último, la marca, constituye el principal activo de la franquicia y es el motivo fundamental por el que los clientes se acercan a las mismas.