Parámetros que buscan por encima de todo la calidad de alimentos seleccionados en su origen, y que se combinan con sistemas de distribución y gestión que facilitan la reducción de costes a los emprendedores que optan por esta cadena de franquicias; permitiendo a la enseña ofrecer un concepto de negocio rentable.
Desde el momento de su puesta en marcha, en abril de 2012, el objetivo de Rafael Ruiz, fundador de Taberna El Papelón, era «crear un concepto basado en la calidad, diferente y divertido, y que, aunque estuviera enfocado a un desarrollo en cadena, tuviera matices diferenciados de lo que hoy día sufren varias franquicias, donde al crecer masivamente, las bases se desvirtúan». Y para esta enseña, su base primordial es el producto, con marcado acento andaluz y seleccionado en su origen para cumplir unos estrictos estándares de homologación.
«Nuestra inspiración son las antiguas abacerías, comercios semejantes a los colmados y ultramarinos, donde se podían comprar diversos tipos de alimentos a la vez que degustarlos en el propio establecimiento», explica Rafael Ruiz, «por eso una de nuestras características diferenciadoras es lo que llamamos la zona de corte, donde se preparan los “papelones” al momento y se exponen al público todos los embutidos, quesos y conservas; no queremos esconder nada, de ahí la importancia que tiene para nosotros el producto».
En este sentido la central se encarga de que todos los restaurantes cuenten con una calidad y variedad de producto que esté «a la altura de las expectativas del cliente. Y la forma de que también podamos ofrecer un precio competitivo es centralizando la compra y la distribución, lo que es otra ventaja para el franquiciado, ya que tiene solucionada la gestión de suministros. En el fondo lo que se consigue es que en cada una de las tabernas, la experiencia que queremos transmitir al público sea la misma, y se identifique con la idea y filosofía de la que partimos en su origen», finaliza Rafael Ruiz.
Y es que el modelo de negocio de Taberna El Papelón tiene una operativa de funcionamiento para la que sus responsables han buscado la sencillez, al proyectar su gestación con el objetivo de acometer un desarrollo mediante la concesión de franquicias. De hecho uno de los perfiles que se contemplan para acceder a la red es el del emprendedor que busca una opción de autoempleo, ya que cuenta a su disposición con las herramientas necesarias para la gestión directa de todos los ámbitos del negocio.
Taberna El Papelón es una franquicia de restauración moderna ambientada en las antiguas abacerías o tiendas de ultramarinos del siglo pasado donde el cliente podía comprar a granel o a gramaje cualquier tipo de embutido, chacina, quesos, salazones, y, o bien comérselo en el local acompañado de cerveza o de un buen vino o llevarse el producto envuelto en el típico “papel de estraza” o “papel parafinado” a casa directamente sin consumir en el local, a modo de tienda. Esta enseña responde al sueño de un empresario sevillano, Rafael Ruiz Pérez, que junto a un equipo multidisciplinar y con gran trayectoria en el ámbito de la franquicia tratan de confeccionar un nuevo modelo de negocio que combine la restauración tradicional con productos de calidad de marcado acento andaluz.