Desde su puesta en marcha en 2005, el modelo de franquicia propuesto por la enseña Templo del Masaje ha evolucionado para ofrecer un concepto de negocio único, que desde la propia marca califican como «el más completo dentro de su sector. Adaptado a lo que demanda el mercado y a las nuevas vías de negocio por las que nos vamos abriendo paso», afirma Marina Corpa, una de sus fundadoras. En este sentido, la oferta que conforma el catálogo de servicios de salud y estética de los centros de la cadena, no ha dejado de crecer desde su puesta en marcha.
Así, referente únicamente a los masajes, verdadero origen de la enseña, se pueden encontrar aquellos con fines terapéuticos, como el ‘shiatsu’ o el descontracturante, y otros orientados a la belleza y el bienestar, como el anticelulítico o el drenaje linfático; sumando más de 14 técnicas diferentes. A los masajes se les une un abanico todavía más amplio de servicios adicionales, desde la acupuntura hasta la manicura y la depilación, pasando por tratamientos contra el acné o adelgazantes. Si a esto añadimos su oferta de servicios destinados a empresas y eventos, y los tratamientos a domicilio, las posibilidades se multiplican.
«No sólo estamos convencidos de poder ofrecer a cualquier cliente algún tratamiento que responda a sus necesidades o problemas, sino que, gracias a nuestra política de formación y estudio, siempre contamos con los últimos avances en cuanto a terapias, cosméticos, técnicas, equipamiento…», asegura Marina Corpa.