La curiosa historia de Skalop se inició hace 22 años en el aeropuerto de Viena. Cuando la familia Seguí, originaria de Mallorca, decidió comer en uno de los pocos restaurantes que había en el aeropuerto después de una larga espera por un retraso de su vuelo.
Esa comida cambiaria sus vidas y es que, el bar únicamente servía escalopes. Dándole vueltas de camino a su Mallorca natal pensaron que había hamburgueserías, pizzerías, pero que no había ninguna cadena especializada en algo tan valorado entre el público por lo que visualizaron un potente nicho de mercado en el que poder crecer. Poco después la familia ya contaba con dos restaurantes “Skalop” con un éxito rotundo en la isla. En estos, cualquier usuario podía encontrar una gran variedad de productos en la carta, así como su plato estrella, el escalope con su ingrediente secreto en el rebozado que lo hace único.
Pero no termina todo ahí, con el paso de los años Skalop continuó su expansión por el territorio Balear, bajo su modelo de negocio en el que todos sus productos frescos y de calidad, dejando a un lado todo posible congelado. Fueron pioneros ya hace más de 20 años en diseñar sus locales con la cocina abierta, para ofrecer al consumidor de primera mano la posibilidad de ver cómo se realizan sus platos.