“La apuesta por las energías limpias se está traduciendo en España en un abastecimiento basado en fuentes ajenas a los combustibles fósiles. Según Red Eléctrica de España, en marzo un 69% de la producción energética peninsular provino de las renovables (que, concretamente, aportaron un 47%) y de la energía nuclear.
La mayor parte del porcentaje de las renovables corresponde a la energía eólica, ya que el viento generó cerca del 22% de toda la producción de la península. De hecho, fue la única capaz de plantarle cara en marzo a la nuclear, que apenas la sobrepasó en un 1,3%. Tampoco nos quedamos atrás en cuanto a energía solar fotovoltaica ya que, a pesar de que ésta sólo ha cubierto el 3,2% del total de la demanda de marzo, España cuenta con una potente industria dedicada a esta fuente.
En lo que llevamos de 2015, esta tendencia se repite y nuestro país está bebiendo directamente de fuentes energéticas 'limpias'. De enero a marzo, la energía eólica alimentó a un 23,7% del territorio peninsular, seguida de la nuclear (con un 22, 7%) y en tercer lugar el carbón (con un 15,5%).
Por otra parte, el consumo total de energía ha aumentado un 1,5% en los tres primeros meses del año respecto al mismo periodo del año pasado y la demanda eléctrica ha subido hasta los 64.813 GWh, un 2,3% más que en 2014.”
“Tal y como aseguran los expertos, el mundo se está convirtiendo en una inmensa despensa, de utilidad bastante dudosa. No nos damos cuenta, pero el volumen de energía que consumimos diariamente para realizar las tareas más cotidianas y rutinarias es inmenso. Esta actitud choca frontalmente con una realidad: los recursos energéticos se agotan y el sostenimiento de la vida que llevamos actualmente no tardará en verse dañado.
Es por ello que gobiernos y administraciones empiezan a ver la importancia de cubrir las necesidades energéticas con otros recursos diferentes a los fósiles y hacer un uso extensivo de las energías alternativas: solar, eólica, geotérmica, hidráulica y biomasa. Todos los agentes sociales, tecnológicos e industriales han reconocido la importancia de hacer fuerte un desarrollo mundial equilibrado y sostenible y para ello necesitan desarrollar el uso de las energías renovables.
Las ventajas del uso de las energías renovables son enormes: permiten reducir la dependencia de los países respecto de las importaciones de energía y asegurar así el abastecimiento contribuyen a mejorar la competitividad global de la industria europea tienen efectos positivos sobre el desarrollo regional y el empleo y son conformes con la estrategia global europea de desarrollo sostenido.”