La cadena ofrece un nuevo modelo de negocio de restauración que apoya la agricultura sostenible. Quesos con leche de ganados criados con hierbas y pastos, cocina con huevos con certificado ecológico producidos en territorio dehesa y todas las carnes proceden de ganados criados en libertad al aire libre en contacto con hierbas y pastos, respetando su sistema genético.
La cadena Green Pig, restauración especializada en Ibéricos, quesos y carne cocinada a la brasa a la vista del cliente, defiende la agricultura sostenible con productos naturales de la Dehesa Extremeña al consumidor final. Esta enseña nace para dar respuesta a la necesidad del mercado de la aparición de una firma productora/comercializadora de todos los productos que nacen en el Ecosistema de la Dehesa, en el Suroeste de la Península Ibérica. Todo Controlado en todo su proceso productivo bajo unas estrictas exigencias de calidad desde el origen.
El negocio nace respaldado por dos elementos clave para alcanzar sus metas con éxito; el acceso a la materia prima en origen (Dehesa de Extremadura), controlando la trazabilidad y el proceso completo hasta que llega al paladar del consumidor, y un equipo directivo con años de experiencia en la gestión y desarrollo de franquicias (nacional e internacional) así como en la gestión de negocios propios, y ajenos, de restauración. “Una oferta honesta, respetuosa con el medio ambiente y 100% natural. Obtenemos nuestros productos de pequeñas empresas familiares que cuidan de sus Tierras y de sus ganados. Apoyamos a pequeños agricultores ganaderos que respetan la tierra y al ganado que producen”, explica Sole Ortega, Chef Ejecutiva de Green Pig.
Green Pig se preocupa en todo momento de saber de dónde se obtienen los productos que llegan a sus locales, pasando más días en el campo que en las fábricas. “Mientras que la industria agroalimentaria evoluciona para maximizar la producción y los beneficios, nosotros nos asociamos con pequeños agricultores y ganaderos que buscan más la calidad y la responsabilidad social. Apoyamos la agricultura sostenible porque sabemos que los animales criados al aire libre en extensivo son más felices y están más sanos que aquellos criados confinados en espacios enjaulados”, confirma Ortega, que enfatiza en el cuidado del producto desde su origen, “en los ganados que abastecen de producto a nuestros locales están prohibidos los promotores de crecimiento, tenemos tolerancia cero al maltrato de los animales y todas nuestras carnes proceden de ganados criados en libertad, al aire libre, en contacto con hierbas y pastos en el territorio de la dehesa, respetando su sistema genético. Todos nuestros productos corporativos están certificados por entidades externas”.
Por todo esto, Green Pig se ha lanzado al sistema de franquicia con un plan de expansión que la compañía ha marcado para los próximos tres años donde quiere alcanzar en 2020 las 12 unidades operativas, 10 locales franquiciados y 2 propios. “El objetivo de Green Pig es ser un referente en el ámbito de una alimentación saludable recuperando la esencia de los orígenes desde el respeto a todos los actores que hacen posible una agricultura y ganadería sostenibles”, explica Armando Baez, director de operaciones de la enseña. Es una enseña asequible desde el punto de vista de la inversión, con una alta rentabilidad para el franquiciado que puede optar por dos tipos de tiendas en franquicia, según sus necesidades, con restaurante más un mercado de ibéricos y mercado con zona degustación.
Green Pig posee una personalidad diferencial en cuanto a la calidad de sus productos, la política de precios y la gran importancia otorgada a la atención y trato con el cliente. Éste concepto viene a unir el mundo del jamón, el queso, y el vino que suelen asociarse con precios elevados y una imagen conservadora…con el de la generación Millenials. Una identidad corporativa cómoda y novedosa con un ambiente que huye del formato tradicional en el que se venía ofertando este tipo de productos.
Acerca de Green Pig como franquicia