Después de unos años muy duros de crisis económica, que ha afectado fundamentalmente a este sector, asistimos a un nuevo boom inmobiliario, pero esta vez con un crecimiento controlado y con sólidos cimientos
El equipo de profesionales de la consultora BeFranquicia (www.befranquicia.com) ha analizado la realidad del sector inmobiliario en el sistema de franquicias español, al hilo de la recuperación que está experimentando en los tres últimos años, después de haber sufrido las consecuencia de una crisis económica que ha provocado una selección natural de enseñas operativas en el mercado.
En este sentido, Carlos Blanco de Córdova, Fundador y Socio Director de BeFranquicia, señala que “la sacudida de la crisis y el estallido de la burbuja tambalearon con fuerza los cimientos de este sector, pero eso ya pertenece al pasado. Ahora, tras el saneamiento pertinente que se ha llevado a cabo, las franquicias inmobiliarias se han reinventado y están rediseñando sus estrategias de expansión”.
Para constatar esta realidad, y basándose en estudios de elaboración propia, así como en las estadísticas oficiales de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), los datos del sector son un claro indicador de esta recuperación: si a finales de 2011 la actividad tocó fondo, con tan solo 19 redes operativas, 1.127 establecimientos y una facturación de 198,5 millones de euros, a cierre de 2016 ya se puede comprobar una franca mejoría, puesto que hoy en día operan 34 cadenas (15 más), suman 1.287 locales (160 más) y facturan 287,7 millones de euros (89,2 millones de euros más).
En cualquier caso, y tal y como asegura el Fundador y Socio Director de BeFranquicia, “nada hace presagiar que se genere otra burbuja inmobiliaria, ya que en esta nueva etapa las enseñas han aprendido la lección y el crecimiento se está produciendo con sentido común y con expansiones controladas”. Incluso, va más allá al afirmar que “es un momento ideal para apostar por invertir y poner en marcha una franquicia inmobiliaria”.
Además, las cifras que manejaba el sector inmobiliario antes de la crisis, en el año 2006, daban buena fe de lo que posteriormente provocó que explotase la burbuja, gestada a base de especulación y de una revaluación continua de los precios del suelo. Así, hace una década existían 41 redes inmobiliarias (7 más que a cierre de 2016); 4.429 establecimientos abiertos (ahora hay 3.142 menos) y la facturación alcanzaba los 1.113,5 millones de euros (hoy facturan 825,8 millones de euros menos). A su vez, en aquel 2006 había más de 17.000 personas trabajando en este sector en franquicia, cuando actualmente la actividad da empleo a 3.499.
Por tanto, no cabe duda de que “el mercado inmobiliario comienza a levantar la cabeza, con tres años seguidos en positivo. De hecho, y según las últimas cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la compraventa de viviendas se disparó un 13,6% en 2016, lo que indica que este sector está repuntando y muy especialmente en el sistema de franquicias, donde cada vez hay más interesados en abrir una inmobiliaria que, por otra parte, requiere de inversiones asequibles para su puesta en marcha”, concluye Carlos Blanco de Córdova.