En los últimos años, como en su momento le ocurrió a España, algunos países de nuestro entorno, como por ejemplo Turquía, se han erigido en referentes de diferentes campos de la cirugía, como la capilar o la bariátrica, con unos índices de calidad y seguridad muy preocupantes, que están comenzando a ser cuestionados por diferentes asociaciones médicas y científicas.
El pasado mes de febrero, una joven andaluza de 17 años moría desangrada en el quirófano de un hospital turco, tras sufrir un corte en el bazo, cuando estaba siendo sometida a una intervención quirúrgica de reducción de estómago (cirugía bariátrica).
Asimismo, cada día aumentan las quejas por los malos resultados en operaciones de injerto capilar llevadas a cabo en Estambul, con diagnósticos inadecuados, diseños mal concretados, fallos en la anestesia, seromas posteriores e infecciones en el cuero cabelludo.
Incluso, se están empezando a detectar 'packs' en los que los acompañantes o familiares de la persona que viaja a Turquía para someterse a una intervención, reciben ofertas para realizarles infiltraciones faciales o tratamientos de estética, sin el más mínimo nivel de calidad y principios médicos, a precios 'irrisorios' y sin posibilidad de controlar el resultado.
Todo este cúmulo de situaciones ha llevado, en lo referente al tema de la obesidad, a que las tres sociedades científicas más relacionadas en este campo, la Sociedad Española de la Obesidad, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición y la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad, a enviar al público en general una llamada de atención.
En este sentido, estas tres sociedades han elaborado un informe en el que aseguran que "se trata de intervenciones quirúrgicas que son complicadas, y que han de llevarse a cabo con los mayores estándares de seguridad y calidad".
Unas recomendaciones similares ha concretado la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV) respecto de la cirugía capilar, "ya que tenemos informes de pacientes intervenidos en Turquía que presentan infecciones poco habituales cuando son tratados en España, así como graves problemas de cicatrización, implantes sin el efecto esperado y que han perdido pelo en la zona donadora (nuca)".
Además, por si todo lo anterior fuera 'poca cosa', en los últimos meses -años- en los que se ha constatado que el mercado turco ya no es tan 'interesante' al haberse igualado las tarifas con el resto de Europa, el primero ha incorporado nuevas tarifas médicas, con los mismos, o incluso inferiores, niveles de calidad.
Esta circunstancia ha propiciado la aparición de un sinfín de reclamaciones por resultados 'antiestéticos' o complicaciones imposibles de reclamar o solucionar en las clínicas donde fue concretado el tratamiento.
El director médico de Clínicas Revitae, el doctor Yelidá José Oyola, asevera en relación a los injertos capilares y tratamientos de cirugía estética que oferta su red de clínicas que, "por encima de otros parámetros, nuestra preocupación principal es proporcionar a los clientes los mayores niveles de seguridad, calidad y efectividad en el tratamiento".
Para conseguir el más alto grado de satisfacción en sus clientes, afirma Oyola, "se llevan a cabo minuciosos cuidados post tratamiento que nos permiten obtener resultados seguros y gratificantes".