Tener casi toda la fabricación en Europa y la centralización de la distribución en Toledo permiten acortar los tiempos de producción de la firma
Su estrategia comienza con la localización de tendencias analizando outfits de mujeres referentes y barrios que marcan moda en ciudades como Londres y Milán
Antes de salir a la venta, las prendas KOKER se someten a pruebas de calidad en las instalaciones de la empresa en Toledo
El ritmo vertiginoso de la moda obliga a las firmas a trabajar contrarreloj. Mientras hace una década había que esperar un año para ver en tienda lo que nos gustaba de la pasarela, ahora la empresa de moda femenina KOKER ha logrado llevar las últimas tendencias a sus establecimientos en menos de dos semanas. Esta inmediatez se debe principalmente a dos parámetros clave: tienen casi toda su fabricación en Europa y la centralización de la distribución en Toledo.
“La mujer de hoy no quiere esperar un año para ponerse aquello que le ha gustado de una pasarela, una alfombra roja o una influencer que ha visto en redes sociales. Nosotras queremos darnos el ‘capricho’ ya, ahora, cuanto antes… Desde KOKER queríamos hacer este sueño realidad, así que hemos desarrollado una estrategia de trabajo que nos permite que solo pasen 10 días desde que detectamos una tendencia hasta que la tenemos en nuestras tiendas”, asegura Priscilla Ramírez, fundadora de KOKER.
El plan de trabajo de esta firma de Toledo comienza con la localización de tendencias. Una parte del equipo trabaja estudiando looks virales de pasarelas, firmas de lujo, blogueras, celebrities, etc. y viajando a barrios que marcan tendencias como pueden ser Hackney o East End en Londres y el llamado cuadrilátero de la moda de Milán. El objetivo es detectar prendas y complementos que puedan ser deseados por las mujeres urbanas para su día a día o para eventos. Una vez se selecciona un producto se pasa a su rediseño y/o patronización para que se adapte a todo tipo de cuerpos, se eligen los tejidos y materiales que más se adaptan a la mujer actual y se pasa a su fabricación, la idea de KOKER es hacer una prenda atractiva, inspirada en la original pero también cómoda, ponible, funcional y económica, que se adapte al lifestyle de cada clienta.
“La mayor parte del trabajo se hace en nuestra central de Toledo. Aquí seleccionamos las prendas o complementos que vamos a llevar a producción y recibimos las prendas confeccionadas, la mayoría en fábricas de España y Europa, para su distribución a nuestras tiendas. Asimismo aquí se revisa cada producto de forma individual para garantizar que cumplimos con nuestro compromiso de calidad y añadir los últimos detalles”, explica la fundadora de la firma.
La centralización de la empresa en Toledo así como la fabricación de la mayoría de sus prendas en fábricas de Europa permiten que KOKER lleve las últimas tendencias en un tiempo record a sus más de 40 tiendas. La firma toma el pulso de la moda a diario estudiando los outfits en tendencia y estudia colores, estampados, patronajes… KOKER ajusta las últimas tendencias en moda femenina a sus sistemas de producción y estándares de calidad así como a las necesidades de la mujer actual.
KOKER es una empresa española de moda femenina de calidad, cuyo concepto clave es ofrecer ‘combinaciones completas’, outfits completos que inspiran a las clientas como si de un personal shopper se tratara. Con el objetivo de contar con las últimas tendencias, la firma lanza colecciones semanales con prendas y complementos inspirados en las pasarelas internacionales y las influencers más top.
El proyecto, liderado por Priscilla Ramirez, nació en otoño de 2014 en Toledo donde abrieron su primera boutique. Desde entonces, KOKER ya se ha instalado en 7 países y cuenta con 40 tiendas, cuatro de ellas en Toledo donde también tienen la sede central y el centro logístico. La marca ha apostado principalmente por la fabricación en España e Italia y por un estudiado patronaje con talla única que sienta bien a la mayoría de las mujeres, independientemente de su edad, peso o forma de cuerpo.