La franquicia Crepería La Boheme quiere agradecer a sus clientes su asistencia a, sorteando durante el mes de mayo un almuerzo o una cena a cualquiera de las instalaciones que La Boheme tiene en Tenerife.
El cliente, cuando termina de comer, recibe un boleto en el que anota su número de teléfono y el 30 de mayo, se precede al sorteo. Según el gerente de la franquicia, Thierry Carayol, “es la manera que tenemos de agradecer a nuestros clientes la confianza depositada en nosotros y de fidelizar a aquellos que acaben de conocernos”.
Este empresario ve con optimismo los próximos meses, a pesar de la situación de crisis económica que soporta el país. “Yo no puedo quejarme, pues tengo abiertos cuatro establecimientos solo en la isla de Tenerife, repartidos en La Laguna, en El Médano y en La Candelaria”, explica Carayol. Por ello, su intención ahora es dar un paso más y expandir su idea de negocio a la península y Baleares.
Desde que en 1996 La Boheme abrió su primer establecimiento en El Médano, este restaurante especializado en crepes y ensaladas no ha hecho nada más que crecer. Bajo el concepto de comida rápida, sana, de calidad y a precios moderados, la Crepería LA BOHEME se ha convertido en un referente para el paladar de los habitantes de la isla de Tenerife. Por ello, el objetivo de su creador es consolidarse como franquicia, 13 años después de sus comienzos, para que el resto del mundo pueda conocer sus productos, empezando su expansión por la península.
Su continuada apuesta por la innovación (con avances técnicos como un pulsador para que el cliente sea atendido en cuanto lo necesite, un sistema informático de gestión interna, y una página web propia) su ubicación y su completa carta han convertido a esta enseña en un lugar de obligado paso para tinerfeños y visitantes.