• El verano también es buen momento para educar y animar a los niños a que realicen actividades con las que puedan disfrutar aprendiendo • Los profesores de los centros Kumon ayudan a las familias a mantener el hábito de estudio durante el verano.
Llega el verano y con él, el tiempo libre y el momento de buscar alternativas para que los niños ocupen su tiempo en actividades que les entretengan pero también con las que aprendan. Los padres deben proporcionar situaciones a los hijos que les permitan seguir creciendo, porque la educación no descansa en verano. Aún así hay actividades que les pueden resultar muy estimulantes y que les permitirán disfrutar de la tarea de aprender durante las vacaciones y les ayudarán también a aprovechar el tiempo libre y mantener buenas rutinas de trabajo y concentración.
“Mantener cierta actividad intelectual, adecuada al periodo de vacaciones es muy positivo. Facilita la adaptación al colegio tras las vacaciones y ayuda a que el hábito de estudio y la capacidad de concentración que los alumnos han desarrollado durante el curso no se pierdan en unas cuantas semanas”, apunta Maribel Martín de Rosales, directora de Desarrollo y Relaciones Públicas de Kumon.
Al igual que un niño puede estar varias horas con un videojuego, también puede realizar otras actividades a medio camino entre lo lúdico y lo intelectual, como resolver un sudoku en la playa o entusiasmarse con la lectura de un libro. En este sentido, lo importante es que el libro esté acorde con el nivel de comprensión lectora y las inquietudes del niño, teniendo en cuenta además que en esta época estival los libros de aventuras y de pandillas de amigos son los más apreciados por los pequeños de la casa. Es muy recomendable entretener a nuestros hijos con lecturas estimulantes en las horas en las que el sol les puede hacer más daño si juegan fuera, por ejemplo.
«La lectura es una buena manera de mantener esta rutina y concentración y fomenta, además, que los niños aprendan con mayor autonomía y motivación», añade. «En Kumon apostamos por la difusión de la lectura como estrategia para formar personas de pensamiento independiente, críticas, imaginativas y responsables con ellos mismos y con los demás», señala Maribel.
Manteniendo ciertos hábitos se desarrollará la constancia, tan esencial para el triunfo en todos los campos de la vida. Trabajar un poco todos los días por un objetivo, sea el que sea (sacar buenas notas en un examen, ejercitar el cuerpo para el verano, aprender a montar en bicicleta), nos coloca en una posición más cercana al éxito que si no trabajamos esos minutos diarios.
Kumon, una ayuda en vacaciones
Trabajar durante todos los días del año es uno de los principios metodológicos del método Kumon y, para ello, sus profesores preparan con antelación todos los materiales de sus alumnos según sus necesidades y haciendo una estimación de los avances logrados durante el curso. El verano es, por tanto, una oportunidad de practicar lo estudiado durante el curso y continuar aprendiendo.
Los profesores de Kumon estudian individualmente el caso particular de cada uno de sus alumnos y detectan qué áreas necesitan mejora o qué alumnos son capaces de avanzar por nuevos materiales de manera autodidacta. Pese a las vacaciones, continúan en contacto con las familias y están pendientes de cualquier necesidad educativa de los alumnos.
Acerca de Kumon Kumon fue fundada hace 58 años por Toru Kumon, profesor de matemáticas en Osaka (Japón). En los centros Kumon, los alumnos tienen un papel muy activo y relevante en su aprendizaje. A través de los programas de matemáticas y lectura, los alumnos desarrollan al máximo su potencial y se convierten al mismo tiempo en personas responsables capaces también de gestionar su aprendizaje. Por ello se hace necesario también un modelo de profesorado que siempre esté en búsqueda de proporcionar la mayor autonomía a sus alumnos y que tenga como modelo de enseñanza una acción preparatoria más que reparadora o correctora.
El programa de matemáticas de Kumon se compone de 21 niveles que empiezan relacionando cantidades con números y terminan con cálculo diferencial. El programa de lectura consta de 18 niveles que se inician con el aprendizaje del lector a través de la codificación de palabras, hasta el análisis crítico de diferentes tipos de texto.