Bene Bono, startup que salva frutas y verduras ecológicas e imperfectas, apunta a que el consumo de frutas y verduras de temporada, además de ser ecológico, tiene múltiples beneficios para la salud, el paladar, la economía y el medio ambiente, ayudando a reducir el desperdicio alimentario y las emisiones de carbono. Entre los beneficios, destacan:
Mayor sabor, frescura y nutrientes. Las frutas y verduras de temporada suelen ser más frescas y sabrosas porque no han sido almacenadas durante mucho tiempo o transportadas desde otros lugares lejanos en los que sí es temporada. Así, su consumo aporta sabores, aromas y texturas auténticos. Además, al cultivarse durante el clima que más les favorece, no son forzadas y completan su ciclo natural, lo cual hace que conserven mucho mejor sus propiedades nutricionales cuando se recolectan. Por otro lado, consumir alimentos de temporada aporta a nuestro organismo lo que necesita en ese momento, es decir, los alimentos de cada temporada contienen nutrientes que nos ayudan a combatir con las adversidades de dicha estación.
Menor cantidad de pesticidas, fertilizantes y emisiones procedentes de su transporte. Su consumo es más ecológico. Los alimentos locales son siempre los más sostenibles del mercado. Muchos de los productos que se obtienen fuera de temporada crecen gracias al uso de plaguicidas o fertilizantes o el uso de grandes cantidades de energía para generar climas artificiales, por el contrario, los productos de temporada se cultivan en la temporada y lugar que les corresponde, por lo que no necesitan ayuda extra para producir. Así, se consigue un alimento más saludable y se reduce la cantidad de estos químicos tan perjudiciales también para el medioambiente, así como las emisiones procedentes de transportar productos que no son de temporada, ayudando a reducir la huella de carbono.
Reducción del desperdicio alimentario. El hecho de que las frutas y verduras de temporada no necesiten ser transportadas largas distancias ni almacenadas durante largos periodos de tiempo también reduce el riesgo de que se dañen o se estropeen antes de llegar a los consumidores finales, lo que significa que es menos probable que se desperdicien por problemas estéticos o de calidad. Además, los consumidores tienen más opciones y es más probable que encuentren productos que estén en buen estado y que les gusten (los productos de temporada aguantan durante más tiempo), lo que evita que compren más de lo que necesitan o que no lleguen a consumirlos finalmente.
El precio de compra es menor. Otra de las características de los productos de temporada es que son más baratos que los que no lo son. El hecho de contar con proveedores locales y evitar los gastos de importación y almacenaje permite ofrecer siempre los mejores precios porque es más rentable producirlos y porque hay más abundancia de los mismos, además de ayudar a reducir el desperdicio al que se enfrentan los agricultores, que tantas pérdidas les generan, notándose así siempre un ahorro en el carrito de la compra. En resumen, la fruta y la verdura de temporada son más económicas porque la oferta es mayor, los costos de producción son menores y los costos de transporte y distribución son más bajos.
Apoyo a las empresas locales y su economía. Además del ahorro y del aumento de la calidad, el consumo de frutas y verduras de temporada promueve la economía local y nacional, porque los productos proceden de agricultores de proximidad, que además pueden producirse en grandes cantidades y con menos costes. No necesitan utilizar invernaderos, sistemas de calefacción o iluminación adicionales para proteger las plantas de las inclemencias del tiempo, ya que la temperatura y el clima son más adecuados para su crecimiento natural. Al cumplir los ciclos naturales para la siembra, el crecimiento y la recolección, se puede fomentar asimismo la rotación de cultivos y se empobrece menos su suelo.
Fresas, albaricoques y espárragos, entre las frutas y verduras de temporada en primavera
En primavera es temporada de fresas, naranjas, limones, mandarinas, kiwis, cerezas, melocotones y albaricoques. En cuanto a las verduras, son de temporada los espárragos, los guisantes, las habas, la lechuga, las acelgas, las espinacas, las berenjenas, los calabacines, las cebollas y las zanahorias. Estas frutas y verduras son las mejores durante la primavera porque están en su punto máximo de sabor y calidad nutricional.