Brasayleña, única cadena en España de restaurantes de carnes asadas al estilo del rodizio brasileño, se consolida como una franquicia de éxito después de 7 años y 25 locales en 12 provincias. En 2008 abrió su primer establecimiento en el Centro Comercial Isla Azul de Madrid y un año después ya contaba con 4 locales en la Comunidad de Madrid, lo que confirmó a la enseña como un concepto que funcionaba.
Brasayleña surge de la inquietud de un equipo joven de empresarios deseosos de mostrar una nueva forma de comer carne, arraigada a la cultura brasileña en un entorno europeo, donde se demuestra que la calidad no está reñida con la popularidad. Conocedores del sector cárnico, disfrutan entre sus apoyos de los más reconocidos profesionales del sector en la compra, importación, preparación y distribución del país lo que lleva a sus restaurantes a disfrutar de las mejores piezas al mejor precio.
Este equipo está liderado por Pedro López Mena, fundador de Brasayleña, especialista en distribución y en el mundo cárnico. Ingeniero Industrial es actualmente propietario y director de la enseña y mantiene una clara orientación al servicio de los clientes, la gestión de restaurantes y el desarrollo de fórmulas contrastadas de funcionamiento. “Somos la única cadena en España de restaurantes de carnes asadas al estilo del rodizio brasileño con más de 7 años de experiencia, que puede dar una relación calidad precio inmejorable. En nuestros locales ofrecemos la mejor carne a la brasa, en modernos asadores giratorios que garantizan un asado parejo y un dorado en su punto. Y lo más importante: por un precio único el cliente puede comer toda la carne que quiera”, confirma Pedro López.
En Brasayleña encontrarás los mejores cortes de carne, asados como en Brasil. Carnes de res, pollo, cerdo o ternera, recién asada. Tierna y jugosa. Los churrasqueros cortan la carne en el plato del cliente. Todos los cortes son originales de Brasil y las piezas de carne maduradas en cámaras durante el tiempo necesario adquieren la textura idónea para acabar en las churrasqueras donde se preparan en su punto óptimo. El acompañamiento perfecto de las carnes pasa por patatas fritas, calentitas y crujientes, ensalada tropical fresca de lechuga, tomate y cebolla, bajo su receta secreta, arroz blanco en su punto, frijoles con chorizo y tocino, la famosa feijoada y plátano frito, además de verduras variadas, hechas a la parrilla. Además, Brasayleña ofrece una amplia y variada carta de bebidas y coctelería como la Caipirinha (cóctel sencillo a base de cachaza, lima, azúcar y hielo) o la sangría brasileña (refrescante combinado donde se mezclan zumos de frutas tropicales y bebidas espirituosas) y exquisitos postres artesanos.
La inversión para la puesta en marcha de un restaurante Brasayleña se sitúa entorno a 350.000 euros, con un canon de entrada incluido en la inversión de 40.000 euros. En cuanto al local idóneo debe tener una superficie de entre 300 a 400 metros cuadrados en Centros Comerciales o calles con un alto paso peatonal en capitales de provincia. “La explotación de un restaurante Brasayleña se caracteriza por una filosofía propia transmisible a los franquiciados de forma sencilla con productos de elevada calidad a un precio razonable y en un entorno de autenticidad. La facturación media de anual de un restaurante es 800.000 euros con un retorno promedio de la inversión inferior a 3 años”, explica Alfredo Heredia, director de franquicias de la enseña.