En España, el desperdicio alimentario sigue siendo una preocupación latente. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los hogares españoles desecharon 1.170 millones de kilos de alimentos en 2022. En el marco de la Semana del Desperdicio Alimentario y con la mirada puesta en el Día Internacional contra el Desperdicio Alimentario, que se conmemora este domingo 29, la necesidad de replantear nuestros hábitos de consumo se vuelve más urgente que nunca.
Con la vuelta al cole, muchas familias ven cómo aumentan sus gastos, lo que hace esencial encontrar alternativas que permitan una alimentación saludable y variada sin comprometer el presupuesto. En este sentido, Bene Bono, tienda sostenible comprometida contra el desperdicio alimentario, estima que las familias podrían ahorrarse un 30% en el coste de su cesta de la compra, al optar por servicios especializados en el rescate de alimentos. Además, indican que, actualmente, un hogar de 3 personas ahorra una media de más de 227 euros al año gracias a Bene Bono.
Esta startup, 100% online, que ofrece cada semana una selección personalizada de productos alimentarios salvados del desperdicio por motivos estéticos o logísticos, como la existencia de excedentes, hace hincapié en el tiempo, dinero y esfuerzo que ponen las familias en el proceso de hacer la compra. De hecho, los consumidores españoles pasan 32 minutos en el supermercado, y recorren de media unos cuatro kilómetros para llegar a este tipo de establecimientos, según un estudio publicado en 2022.
Así, para ahorrar tiempo a los padres y facilitar la vuelta a la rutina, Bene Bono ha replanteado la forma de hacer la compra en 6 ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Bilbao y Vitoria, ahorrando tiempo y dinero a las familias españolas. Durante esta semana, Bene Bono quiere poner el foco en cómo pequeños cambios en los hábitos de compra pueden marcar una gran diferencia. Desde la planificación de las comidas hasta la elección de productos de temporada, existen múltiples formas de reducir el desperdicio en casa. Además, Bene Bono ha identificado seis consejos clave que permiten a las familias ahorrar mientras contribuyen al cuidado del planeta:
Planificación de las comidas y compras: Organizar las comidas de la semana con antelación permite hacer una compra más eficiente, evitando la adquisición de productos innecesarios y reduciendo el desperdicio alimentario. Aprovechar productos de temporada: Los alimentos de temporada no solo suelen ser más frescos y nutritivos, sino que también tienen un precio más accesible debido a su mayor disponibilidad, explican los expertos de Bene Bono. Comprar productos imperfectos o rescatados: Frutas y verduras con imperfecciones estéticas mantienen todo su valor nutricional, pero se venden a un precio más bajo. Bene Bono facilita el acceso a estos productos, que son una excelente opción para quienes buscan calidad a menor coste. Optar por productos a granel: Comprar a granel puede resultar más económico y permite adquirir solo la cantidad necesaria, evitando el desperdicio. Aprovechar las ofertas y descuentos: Estar atento a las promociones y descuentos en productos básicos es clave para ahorrar. Plataformas como Bene Bono ofrecen productos de alta calidad a precios reducidos, permitiendo a sus clientes habituales ahorrar hasta 227 euros al año. Congelar y almacenar adecuadamente: Congelar alimentos frescos o cocinados en porciones puede prolongar su vida útil, lo que reduce la necesidad de realizar compras frecuentes y ayuda a mantener el control del presupuesto. Hacer la compra online: Así evitamos malgastar tiempo en desplazamientos y en buscar en el súper productos que puede que no estén disponibles, evitando además picar comprando cosas que no necesitamos.
Al rescatar productos que, de otro modo, serían desechados, cada mes, Bene Bono salva de media 70 toneladas de alimentos y ahorra 35 millones de litros de agua, reforzando su compromiso con las familias y el planeta.
"La alimentación variada y asequible no debería ser un lujo. Creemos que las normas absurdas impuestas por los supermercados y distribuidores tradicionales perjudican al consumidor que, haciendo pequeños cambios en sus hábitos de compra puede generar un gran impacto positivo para su bolsillo y para el Planeta", explica Sven Ripoche, cofundador de Bene Bono.