Los edificios se crean, diseñan, proyectan o construyen según las necesidades y aspiraciones de la propia sociedad en el espacio y en el tiempo. El concepto de adaptación en arquitectura no es nuevo, desde siempre los edificios se han adoptado a su entorno, condiciones climáticas, medios materiales, diseño, funcionamiento del edificio, tendencias adoptando usos y actividades porque la arquitectura es una ciencia dinámica y viva.
Internet y las nuevas tecnologías, tipo Big Data se han integrado de pleno en el proceso de edificación y han transformado por completo el sector, tanto su metodología como la forma de trabajar, el diseño, la ejecución, mantenimiento y explotación de un activo. Su uso optimiza el proceso de edificación, mejora la productividad y facilita la coordinación de todos los miembros que participan teniendo una visión completa e integral de proyecto antes incluso de haberse realizado. En este sentido, Ricardo Carramiñana, director General de EADIC, explica que "es necesario formar a los profesionales del sector AEC para sobre entornos BIM sean capaces de estandarizar, modelizar y codificar los diferentes elementos constructivos a la par que sean capaces de auditar los modelos de datos, requerir los mismos de forma estructurada y capaz de manejar los elementos gráficos para un posterior tratamiento digital",
Metodología BIM y Big Data, hoy por hoy, conforman un pareja perfecta para mejorar los procesos de la construcción al crear sistemas que permiten un modelo predictivo basado en datos obtenidos en tiempo real generando mejoras en la estimación de costes, facilitando el mantenimiento de los edificios en base a monitorizaciones previas de rendimiento y reportando ventajas en la eficacia energética y tiempo en las obras al incorporar sensores en su maquinaria o ayudar en la toma de decisiones a la hora de qué y dónde construir a partir de los datos del diseño de los edificios o del entorno de los mismos.
En la metodología BIM, los datos (su variedad y calidad) son la materia prima para trabajar con éxito porque, nos informan desde EADIC, los datos son un activo que al compartirse entre los miembros aumenta la eficiencia del proyecto y aporta una visión completa, si bien las interfaces de usuarios han de ser sencillas y accesibles para que todos puedan trabajar. Además, una cuestión fundamental es garantizar el control y la seguridad en el acceso a los datos. El diseño de una arquitectura de datos facilita la interpretación y procesado de los datos. Hoy, no aplicar la metodología BIM, es decir no saber o no disponer de una estructura clara de datos a la hora de construir un edificio es una clara desventaja.
El valor de los datos es incalculable, bien analizados, aportan una conocimiento subyacente e información contrastada que contribuye a mejorar la toma de decisiones en la construcción, optimizar los procesos, realizar un análisis avanzado de los datos conocer tendencias y prever con antelación el comportamiento futuro. En EADIC "somos consciente de las necesidades del mercado de adquirir competencias BIM e impartimos varios masters que capacitan a los profesionales en los mecanismos de obtención de datos dinámicos en los entornos físicos, la lectura e interpretación de los mismos y la plasmación ordenada de la información transversal para la toma de decisión de los proyectos".