En la actualidad se pueden observar cada vez más técnicas y estrategias para atraer clientes, sin embargo, el marketing olfativo, algo que a priori se considera del mundo actual, realmente se ha ido llevando a cabo desde incluso el Antiguo Egipto. En épocas remotas y antiguas, del perfume no se utilizaba para atraer a personas, sino que se utilizaba como un arma poderosa para deleitar a los dioses. Esto ocurría en la civilización mesopotámica, donde se realizaban sacrificios con animales y el incienso perfumado (que se quemaba en lo alto de la torre de Babel) se utilizaba para camuflar los malos olores que estos emanaban durante los ritos.
Hoy en día, los olores y aromas son un arma poderosa que sirve para atraer personas y Ambiper, una empresa de marketing olfativo, afirma que casi el 80% de las personas son influenciadas por el olor a la hora de entrar o no en un negocio. Egipto también se caracterizaba por utilizar las fragancias para agradar a los dioses. Los faraones poseían grandes jardines florales que servían a modo de ambientador natural. Las hojas de palmera también se utilizan a modo de difusor de aromas.
Para los egipcios las fragancias eran muy importantes, pues hay que tener en cuenta que las altas temperaturas y la sequía, junto a unas deficientes costumbres higiénicas, generaban malos olores. Tan importante era el olor para los egipcios, que en los eventos utilizaban guirnaldas perfumadas para atraer a los asistentes. Poco a poco se fueron desarrollando técnicas para elaborar diversas fragancias de la mano de los egipcios, indios, chinos, árabes, griegos y romanos. Más tarde, en el Oriente Medio, las fragancias tomaron una importancia tan grande (eran incluso tendencia en ese momento) que a los reyes se les representaban en el mundo del arte con frascos de perfume.
La Antigua Grecia también es una cultura que se caracterizaba por el gusto hacia el buen olor, considerándose como un signo de limpieza, belleza y buena salud. La mitología cuenta que las rosas tienen ese agradable olor debido a que Cupido, enamorado de esa flor, besó sus pétalos y así es como se le otorgó esa fragancia. Hoy en día, las fragancias siguen teniendo una gran atracción sobre el ser humano y son una herramienta muy poderosa para atraer clientes. "Las emociones, recuerdos y sensaciones están vinculadas con las fragancias de forma estrecha y directa. Es normal que las fragancias atraigan a los clientes" explica Ambiper.