El olfato es, sin lugar a dudas, un sentido del ser humano que incluso puede ser un aliado a la hora de hacer frente a la vida. El olor comunica algo a las personas y a los animales, los hace estar en alerta, huir e incluso atacar, pero también tiene el gran poder de hacerles conectar con el pasado, hacerles revivir momentos especiales de sus vidas y traer de vuelta ciertos sentimientos agradables o desagradables. El primer impulso del ser humano cuando nace es seguir el rastro de la leche materna y lo hace gracias al sentido del olor, distinguiendo el agradable y alimentador olor de su mamá.
Cuando un bebé huele a su mamá, automáticamente comienza a sentirse más relajado y feliz. Por lo tanto, es relevante decir que, el sentido del olfato está estrechamente relacionado con el instinto de la supervivencia y el bienestar de los seres humanos. A menudo las personas no le dan la importancia suficiente al olfato y solo se acuerdan de este importantísimo sentido cuando lo pierden, cuando la comida no sabe a nada y los olores no existen. Una vez se recupera el olfato, de forma casi automática también mejora el apetito, las personas se sienten más positivas y parece que cobran otra energía. Y es así como Ambiper aprovecha este instinto tan fuerte que tiene el ser humano para beneficiar a sus clientes: las empresas que quieren dar un giro de 180º a su estrategia de marketing y sumergirse en el mundo del marketing olfativo.
"El marketing olfativo es un campo del marketing sensorial muy poco explotado, por lo cual, puede resultar una estrategia inteligente para las empresas. Cuando dotamos de un olor diferenciador a una empresa, creamos una experiencia en el consumidor. El olor de un negocio puede influir a los clientes y puede ser tu mejor carta de presentación y tu billete hacia el éxito. El olor activa la memoria y genera un posicionamiento en la mente del cliente potencial. Es, de esta forma, como puedes conseguir que este te recuerde" explica Ambiper.
Esta empresa añade que, gracias a un olor particular, los diversos negocios pueden diferenciarse de su competencia, lo cual, hoy en día, no resulta precisamente sencillo. Si se suma un olor corporativo espectacular a una buena experiencia de compra o un producto o servicio buenos, podría ser un gran valor diferencial.