1. Controlar el tamaño de las raciones Aunque en estas fechas es casi imposible prescindir de ciertos alimentos tan asociados a la época navideña, si es posible reducir el tamaño de la porción consumida. No es lo mismo comer media tableta de turrón que un trozo pequeño.
2. La Navidad no es un mes Tener presente que los días críticos de la Navidad son 5 ó 6 como máximo, contando con la cena de trabajo de Navidad. Debemos intentar ser selectivos y, los días no festivos, volver a los correctos hábitos alimentarios.
3. De primero, algo ligero En las copiosas comidas y cenas navideñas, procurar que el primero sea una crema o sopa o bien una ensalada o plato de verduras. Nos saciarán, de manera que comeremos menos cantidad del segundo plato, habitualmente, más calórico. Unos ejemplos pueden ser la sopa de marisco, crema de lombarda y manzana o una ensalada con gambas.
4. Vigile el alcohol El alcohol es fuente de calorías vacías (no aporta ningún nutriente) y además bloquea la quema de grasas en nuestro organismo. Con una copa de vino o cerveza por comida es más que suficiente.
5. Elija pescados y mariscos El pescado y el marisco son alimentos muy saludables y cocinados de manera adecuada, son bajos en grasa. La lubina a la sal, los gambones a la plancha o los langostinos son platos saludables muy típicos en Navidad.
6. Postres saludables Un postre, a menudo muy calórico, suele ser el colofón de cualquier cena de navidad. Sustituir por una rica macedonia de frutas, un mousse de limón o unas peras al vino.
7. Picoteo. Sí, pero con moderación Es muy habitual que sobre la mesa haya una cantidad excesiva de platos para picotear. Es fácil coger de todos sin medida hasta no saber qué cantidad hemos tomado. Un truco es poner en nuestro plato la cantidad que vamos a tomar y una vez terminado, no coger más. Además, poner algunos aperitivos saludables, como unos encurtidos, berberechos o unos mejillones a la vinagreta, unos crudités de verduras…
8. Mantenerse activo Si la noche anterior la cena ha sido copiosa, levántese por la mañana a hacer ejercicio. Andar, subir escaleras o un paseo en bici en familia son suficientes para mantener el cuerpo activo.
9. Compensar las comidas Si una comida o cena ha sido más copiosa de lo esperado, intentar que la próxima sea más ligera. Beber 2 litros de agua diarios y tomar frutas y verduras ayudará a desintoxicar el organismo. Un error muy común es compensar estos excesos con un ayuno. Esto solo conseguirá que se llegue a la próxima comida con mucho mas apetito.
10. Hay cosas inevitables Aun siguiendo todos estos consejos, es casi inevitable coger algo de peso en Navidad (en España la media va desde 2 a 4 kg). Tras las fiestas, es común recurrir a dietas milagro o ayunos. Es importante huir de estas dietas que solo conseguirán alterar el metabolismo. La solución fácil y saludable es seguir una alimentación equilibrada, que combinado con el entrenamiento HYPOXI, le permitirá volver a su peso ideal sin mucho esfuerzo.