Thai Scoops trae a nuestro país el postre más popular en restaurantes y puestos de comida callejera de Tailandia
El proceso de elaboración de un helado quedaba hasta ahora reservado a las personas encargadas de hacer la mezcla de ingredientes en la máquina de frío, en la que estarían horas y horas dando vueltas hasta dar lugar al producto final. Thai Scoops ha llegado a España y ha cambiado este proceso de forma radical, importando la forma tailandesa de hacer helados: delante del cliente, sobre una plancha de frío a -32º centígrados y con productos frescos y de primera calidad.
El primer espacio de la marca está en el Centro Comercial La Vaguada, allí los clientes podrán elegir entre las más de 20 combinaciones de sabores y ver cómo se prepara un helado en directo.
Los maestros heladeros ponen sobre la plancha fría los ingredientes (fruta fresca, productos de primeras marcas, diferentes toppings) y con sus palas los machacan. Después, vierten una mezcla de leche y crema que combinan con los ingredientes que hay ya sobre la plancha y que van moviendo hasta que comienza a congelarse. En ese momento, el maestro heladero mueve las palas con rapidez picando la mezcla, un proceso que repite varias veces hasta que consigue una mezcla homogénea de los ingredientes, para posteriormente apoyar la mezcla sobre una de las palas y comenzar a servir las bolas de helado en una tarrina.
En la carta de Thai Scoops el cliente puede encontrar deliciosas combinaciones como: galletas Oreo con las mejores fresas naturales; otro más natural de plátano, fresas y arándanos; para los más golosos, el de Ferrero o el de Kínder Bueno. “Es todo un espectáculo ver trabajar con las palas sobre la mesa de frío a nuestros maestros heladeros, queremos cambiar la forma de ver los helados, como ya hemos hecho en otros puntos de Europa”, dicen desde la central de la marca en España. La marca llega a España después de cosechar un gran éxito en Europa —cuentan ya con ocho locales—, consciente de que los helados no solo se consumen en verano: están presentes durante todo el año en multitud de establecimientos y de mesas. “Además, nuestras combinaciones son bajas en azúcar: el resultado es un helado saludable y con un gran sabor”, añaden.
Para abrir un espacio Thai Scoops se requiere una inversión de 35.000 euros, e incluye todo el equipamiento necesario para desarrollar la actividad (diseño y montaje de la isla/local, maquinaria, decoración). “Es una franquicia de reducida inversión, fácil gestión, grandes posibilidades de crecimiento y alta rentabilidad”, explican desde la central de Thai Scoops. “Además, ofrecemos al nuevo emprendedor un completo programa de formación, que le permitirá gestionar su propia heladería de una manera profesional, eficaz y dinámica. Tenemos una gran experiencia en Europa y eso es un sello de garantía, por no hablar de que trabajamos siempre con los mejores productos del mercado para elaborar nuestros productos: somos muy exigente con los helados que vendemos”.